Un padre quedó desconsolado después de que su única hija decidiera fugarse con su novio. Luego se entera de que está embarazada y mendigando en las calles, sin un refugio adecuado ni dinero para sobrevivir. Después de graduarse de la escuela secundaria con gran éxito, Brenda decidió no ir a la universidad para apoyar a su novio Efraín con su carrera. Era músico y soñaba con convertirse en una estrella de rock. “Me mudaré a la capital”, le dijo Efraín después de graduarse. “Si no podemos irnos juntos, es mejor terminar. No quiero tener una relación a larga distancia”, dijo.

Eso hizo que Brenda decidiera no perseguir sus sueños de ir a la universidad y convertirse en abogada. “¡Me iré contigo!”, le dijo sin dudarlo, porque estaba muy enamorada. Efraín estaba complacido por la decisión de Brenda. Lo tomó como una muestra de amor. No perdieron el tiempo y comenzaron a planificar su mudanza a la gran ciudad.Faltando pocos días para marcharse, Brenda le dio la noticia a su padre, Jaime, quien la había criado solo desde que tenía dos años. Al escucharla, trató de disuadir a su hija.

“Cariño, eres demasiado joven para mudarte con un chico. Tenías sueños de ir a la universidad y convertirte en abogada. ¿Qué pasó con eso?”, preguntó. “¡Papá, tengo 18 años! No puedes estar diciéndome cómo quieres que viva mi vida. Ya no quiero ser abogada. ¡Quiero estar con Efraín!”, gritó indignada.

“¿Han pensado de qué vivirán? ¿De dónde sacarán el dinero para los gastos diarios? Vivir de forma independiente es difícil, ¡tienen que considerar esas cosas!”, argumentó el padre. Brenda estaba harta y enojada por la falta de confianza de su padre. “¿Sabes qué?, no necesito tu aprobación”, le dijo Brenda. “¡Me mudaré, te guste o no!”.Durante los siguientes meses, Brenda y Efraín se sintieron orgullosos de haberse podido mudar sin ayuda de nadie. Querían demostrarle a todos que lo lograrían, y lo hicieron… hasta que la jovencita descubrió que estaba embarazada.

En ese momento, comenzaron a preocuparse por el dinero que necesitarían para el embarazo, el parto y para mantener a un bebé. Efraín no quería ser padre, eso chocaba con su sueño de convertirse en una estrella de rock. “No puedo estar cuidando a un niño mientras estoy de gira, ¡simplemente va a arruinar todos mis planes!”, le dijo a Brenda. “Iremos con ustedes en la gira; yo me haré cargo del bebé y te prometo que no te molestaremos para nada. No sabrás que estamos cerca”, sugirió Brenda.

Efraín negó con la cabeza. “¡Eso no es nada divertido! Todos me conocerán como el cantante principal con esposa e hijo. ¡Nadie quiere eso!”, espetó. Brenda estaba desconsolada; Efraín no estaba feliz por su bebé por nacer. Lloró hasta quedarse dormida, y a la mañana siguiente se despertó al escuchar cómo su pareja se quejaba amargamente de su situación por teléfono, con sus compañeros de banda. No quiero ser padre, y no quiero desperdiciar mi dinero en ese tipo de gastos”, lo escuchó decir. 

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