Esta veterana estrella de Hollywood enfrentó rechazo tanto en su carrera como en su hogar. Sin embargo, superó estas dificultades y reveló el factor poderoso que, según él, le salvó la vida. Criado en un hogar carente de afecto y apoyo, esta celebridad sufrió la negligencia emocional de sus padres. A pesar de estas dificultades, perseveró y se convirtió en una figura muy exitosa y respetada en el mundo del espectáculo. La dinámica familiar del actor era compleja, con múltiples matrimonios y relaciones mixtas. Él y su hermano menor, Frank Jr., fueron hijos de Frank Sr. y Jackie, quienes se separaron en 1957. Tras el divorcio, su madre se volvió a casar y tuvo una hija, Toni Ann, en 1964. El padre de la celebridad se casó varias veces, añadiendo tres hijos más a la familia: Bryan, Carla y Dante, quien nació en 1997.
Carla y Bryan prefieren mantener sus vidas en privado. A pesar de crecer en una familia fragmentada, los primeros desafíos del actor no se limitaron a la relación con sus hermanos. En el pasado, compartió: “Crecí en un hogar muy malo, fue duro.
[…] Todos estaban extremadamente descontentos con quienes eran. Mi madre y mi padre, desde luego, no eran padres”. Su infancia incluyó pasar de cuatro años y medio a cinco años en una pensión en Jackson Heights, donde sus padres lo dejaron. Describió el lugar como “transigente”. Regentado por una mujer mayor, la casa lo hacía sentir aislado. El neoyorquino recordó haber estado sentado a la mesa con adultos que no le hablaban, y con tan solo cuatro años, no tenía a nadie con quien relacionarse durante esa etapa crucial de su vida. Las experiencias de su infancia lo influenciaron profundamente, causándole aislamiento y dificultades para forjar relaciones. Los comentarios de su madre resaltaron aún más la gravedad de este abandono.
La estrella recordó que ella le decía: “La única razón por la que estás aquí es porque la percha no funcionaba” o “Bajar esas escaleras a saltos no te hizo perderte”. Estas dolorosas palabras ofrecían una visión del turbulento pasado de su madre, que, según el actor, moldeó su incapacidad para mostrar amor. Explicó que la habían internado en un “orfanato muy cruel”, donde la “atan a la cama”, la “azotan” y la “abusan terriblemente”.
Debido a este trauma, creía que su capacidad para expresar afecto se había “cortocircuitado”. Su aversión al contacto físico fue algo que él también adoptó, lo que complicó aún más sus relaciones e interacciones con los demás. Esta falta de afecto y estabilidad en casa se trasladó a su vida escolar. Durante su infancia, el actor fue expulsado de 13 escuelas diferentes tras ser constantemente reprendido por su incompatibilidad.
Su comportamiento poco convencional finalmente lo llevó a matricularse en escuelas militares, incluyendo algunas diseñadas para jóvenes con problemas. De joven, se definía como simplemente “aventurero”. Sus dificultades continuaron en la edad adulta, cuando tocó fondo. Al llegar a Nueva York con muy pocos recursos, se vio obligado a dormir en una estación de autobuses, ya que no podía permitirse el lujo de vivir allí.
Mientras buscaba oportunidades como actor, temía quedarse estancado como “extra profesional”, ya que “no encajaba en un molde determinado” ni en la imagen de un actor tradicionalmente atractivo. El actor, quien habló abiertamente sobre someterse a cirugía plástica, explicó que una lesión nerviosa de nacimiento le dejó el lado izquierdo de la cara parcialmente paralizado. Posteriormente, una pérdida de peso considerable le provocó flacidez en ese lado de la cara, que decidió corregir con cirugía.